El reciente caso de poliovirus de tipo 2 derivado de la vacuna detectado en Nueva York (EE. UU.) y las cepas encontradas en varias muestras ambientales recogidas en Londres son un claro recordatorio de que mientras la polio exista en cualquier lugar, seguirá representando una amenaza en todas partes. También pone de manifiesto la importancia de la vacunación como única forma de protección contra la polio y otras enfermedades prevenibles mediante la inmunización, y la labor que todavía hay que realizar en nuestras comunidades para fomentar la aceptación de las vacunas. Además, a medida que el mundo se acerca a los cero casos de poliovirus salvaje, es cada vez más importante dar seguimiento de todas las formas del virus dondequiera que aparezcan, incluso en las regiones libres de polio.
Estados Unidos sigue considerándose un país de bajo riesgo para los brotes paralíticos causados por la polio debido a la alta tasa de vacunación de su población. Si un niño o niña ha recibido el ciclo completo de vacunas, el riesgo de parálisis causada por la polio es mínimo. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el 92,6 % de los niños de 24 meses están totalmente vacunados contra la polio, ligeramente por debajo del objetivo del 95 % que se ha fijado la Organización Mundial de la Salud.
A fin de minimizar el riesgo y las consecuencias de la reintroducción o reemergencia de la polio en cualquier lugar, la mejor medida que pueden adoptar los países para protegerse de la polio hasta que la enfermedad sea erradicada del mundo es mantener una elevada cobertura de vacunación y una sólida infraestructura para la vigilancia epidemiológica de la enfermedad, así como estar preparados para responder en caso de que se produzca un brote.
El mundo tiene actualmente una oportunidad única para detener definitivamente la transmisión del virus. Sin embargo, todas las partes involucradas, incluidos los donantes y los gobiernos nacionales, deben volver a comprometerse con la erradicación de la polio apoyando plenamente la estrategia 2022-2026 de la Iniciativa para la Erradicación Mundial de la Polio (GPEI, por sus siglas en inglés). Esta estrategia se centra en la adopción de una postura de emergencia y en generar una mayor responsabilidad y participación por parte de los gobiernos para erradicar el poliovirus salvaje y los brotes de variantes del virus de la polio (cVDPV).
Rotary, organización mundial de servicio con más de 1,4 millones de socios, lleva más tres décadas al frente de la iniciativa mundial para erradicar la polio. Cada año, gracias a nuestra alianza de financiación con la Fundación Bill y Melinda Gates, Rotary destina 150 millones de dólares a la campaña para la erradicación de la polio. Nuestra organización ha aportado más de 2600 millones de dólares e innumerables horas de trabajo voluntario para acabar con la polio para siempre. Junto con nuestros colaboradores, involucramos a comunidades de todo el mundo para fomentar altas tasas de vacunación, inmunizando cada año a más de 400 millones de niños. Gracias a nuestros esfuerzos y a los de nuestros aliados en la GPEI, más de 20 millones de personas caminan hoy, personas que, de otro modo, habrían quedado paralizadas.
Ha llegado el momento de actuar con urgencia. Ya se está utilizando una nueva vacuna -la nueva vacuna antipoliomielítica oral de tipo 2 (nOPV2)- que es más estable desde el punto de vista genético para detener los brotes de poliovirus circulantes derivados de la vacuna. Con un compromiso político y financiero sostenido, la GPEI confía en que podamos lograr un mundo en el que ningún niño vuelva a quedar paralizado por la polio.
Actualizado 19 Aug 2022 | https://www.rotary.org
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