Por Brenda Cressey, fiduciaria y socia del Club Rotario de South Portland-Cape Elizabeth, Maine (EE.UU.)
Hace varios años, mi esposo y yo, acompañados por más de 100 rotarios, parejas, rotaractianos e incluso algunos nuevos rotarios del Distrito 5280, tuvimos la oportunidad de viajar a Panamá para visitar la sede de varios proyectos, realizar cirugías de cataratas y entregar sillas de ruedas.
En dicho viaje viví varios “momentos rotarios”, pero el momento verdaderamente inolvidable para mí fue cuando un abuelo, sin piernas, recibió el regalo de la movilidad en forma de una silla de ruedas de color rojo brillante. Ver llorar a su nieto me recordó que no sólo cambiamos la vida de ese abuelo, sino también la de ese joven que había cargado a su abuelo a todas partes desde que dispuso de fuerza suficiente como para hacerlo. Momentos como ese son la razón por la que nunca pierdo la oportunidad de promover el Fondo Mundial y animar a otros a apoyarlo con sus generosas donaciones.
Como exbecaria de La Fundación Rotaria, también he visitado varias veces sedes de proyectos en México, trabajando con los rotarios locales para desarrollar una relación de colaboración a largo plazo que continúa hasta el día de hoy.
En otra ocasión, estando de vacaciones, un club rotario local me pidió que visitara a una familia local en situación de extrema necesidad. Tras recorrer por un camino polvoriento junto con un socio del club, llegamos a una casa con suelo de tierra de no mucho más de 9 metros cuadrados hecha de bloques de hormigón, cartón y estaño. Algunas tablas formaban una cama individual en la que trapos servían de mantas. En esa casa, una madre y un padre criaban a sus diez hijos. El padre, cuyas piernas habían quedado aplastadas en una obra, se sentaba en una silla de ruedas improvisada. La noche anterior, un socio del club había encontrado a la mujer sollozando en la acera porque solo le quedaba una tortilla. El club respondió gracias al Fondo Mundial y las donaciones realizadas por generosos donantes.
He tenido el privilegio de apoyar al Fondo Mundial en el desempeño de mis cargos como coordinadora regional de La Fundación Rotaria, asesora del Fondo de Dotación y Donaciones Extraordinarias, fiduciaria, vicepresidenta y presidenta de La Fundación Rotaria, y es gracias a esta experiencia que puedo decirles que hoy, más que nunca, necesitamos su ayuda.
La Fundación Rotaria otorgó una cantidad récord de fondos el año pasado, incluidas 490 subvenciones distritales y 1359 subvenciones globales. Estoy muy orgullosa de todo el bien que pudimos hacer para ayudar a comunidades de todo el mundo. Pero las necesidades siguen creciendo y someten a una increíble presión financiera al Fondo Mundial.
Me decidí a lanzar una página de captación de fondos en Raise for Rotary para destacar la importancia de apoyar el Fondo Mundial. Necesitamos un Fondo Mundial fuerte y saneado para hacer posible la continua labor de los socios de Rotary en el mundo. Tu donación, no importa cuán grande o pequeña, marcará la diferencia. Visita mi página en Raise for Rotary y considera la posibilidad de crear tu propia página.
FUENTE: Las Voces de Rotary
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