Por Lindsay Griswold, especialista del Programa de Intercambio de Jóvenes y Protección a la Juventud
Lindsay Grinswold
Crecí en un hogar que no era pacífico. Así que creo que la paz es algo que siempre he buscado inconscientemente, en mi vida, trabajo, hobbies y otros intereses. El verano siguiente a mi graduación universitaria, me uní al Cuerpo de Paz de los Estados Unidos y trabajé como voluntaria de educación para sordos en Kenia. Esta experiencia me cambió de demasiadas formas como para poder contarlas, pero los rasgos que adquirí entonces y que todavía valoro ahora son la paciencia, la flexibilidad y la resiliencia.
Al volver a casa, serví en AmeriCorps, trabajé como educadora y obtuve una maestría en asistencia social, entre otras cosas. Cada uno de estos esfuerzos encendió aún más mi pasión por la paz.
Continué mi trabajo en favor de la paz al empezar mi carrera con Rotary International en el 2014. Específicamente, trabajo en el Programa de Intercambio de Jóvenes de Rotary, una de las iniciativas más sólidas a nivel mundial que tenemos en Rotary para la creación de la paz. Cuando Rotary anunció una alianza con el Instituto para la Economía y la Paz (IEP) en 2017, me entusiasmé con la idea de ver cómo se implementaría en los programas de Rotary, incluido el Intercambio de Jóvenes. Completé la Academia de Paz Positiva de Rotary cuando se lanzó por primera vez en el 2018, y posteriormente me enteré del Programa de Embajadores de IEP gracias a un rotario que forma parte de la primera promoción. Este programa parecía encajar perfectamente.
Lindsay Grinswold participa en una danza durante su trabajo como voluntaria del Cuerpo de Paz en Kenia.
Los embajadores participan en una serie de seminarios web que, hasta la fecha, representan los análisis más completos y fundamentados en datos sobre el campo de la paz y la prevención de conflictos. Posteriormente, se les pide que apliquen los conocimientos aprendidos para organizar una presentación o proyecto creativo para sus redes de contacto o comunidad.
La sede de Rotary se encuentra en Evanston, Illinois (Estados Unidos), pero he estado trabajando remotamente desde mi casa en Asheville, Carolina del Norte (Estados Unidos) durante los últimos años. Inicialmente diseñé mi proyecto para ofrecer capacitación en persona durante una sesión de orientación del Intercambio de Jóvenes para estudiantes inbound, outbound y de retorno en el área de Asheville (Distrito 7670). Debido a que el Programa de Intercambio de Jóvenes de Rotary es un programa para estudiar en el extranjero, planeaba enfocarme en el pilar de la Paz Positiva “buenas relaciones con los vecinos”.
Pero fue entonces que la pandemia de COVID-19 intervino. La aplicación de las órdenes de distanciamiento social y de permanencia en casa hicieron que las presentaciones en personas fueran imposibles de realizar.
Afortunadamente, volví a utilizar la capacidad de flexibilidad que aprendí durante mi experiencia como voluntaria del Cuerpo de Paz. Adapté mi capacitación hacia un público virtual de voluntarios del Cuerpo de Paz, enfocándome en el mismo pilar, pero esta vez analizando nuestros diversos países de servicio a través de los lentes de ambos índices de Paz Mundial y Paz Positiva 2019.
El proyecto terminó siendo la parte más significativa del programa para mí, aunque al principio, la idea de armar uno me puso muy nerviosa. ¿Qué debo hacer? ¿A quién debo presentar? ¿Sé lo suficiente sobre Paz Positiva para hablar inteligentemente sobre el tema? Cuando tuve que cambiar mis planes, me puse aún más ansiosa. Pero debido a eso, me sentí motivada a trabajar más duro en una presentación interactiva de alta calidad que fuera significativa para mi público. Estaba verdaderamente agradecida de hablar con mis compañeros sobre nuestras experiencias compartidas pero únicas del Cuerpo de Paz, desempolvar mis habilidades de enseñanza, y comunicar nuevas ideas que suscitaran conversaciones interesantes en torno a la Paz Positiva.
Al observar los disturbios civiles que se están produciendo en los EE.UU. y en otros lugares del mundo en este momento, recuerdo lo que aprendí a través del programa de embajadores del IEP: la paz comienza con uno mismo y es el primer signo de sanación. Creo que esto se aplica a nosotros como personas y naciones en las que vivimos. Para activar la Paz Positiva, primero debemos empezar dentro de nosotros mismos y poco a poco salir a nuestras relaciones, comunidades locales, ciudades, estados, provincias, países y el mundo.Rotary tiene alianzas con Instituto para la Economía y la Paz y el Cuerpo de Paz. ¿Buscas involucrarte más en el trabajo por la paz? Toma el curso de la Academia de Paz Positiva de Rotary o conviértete en un Embajador IEP.
FUENTE: Las Voces de Rotary
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