PUBLICADO EN ABC.ES

En su más que centenaria historia, Rotary International ha tenido que hacer frente a aquellas catástrofes y crueles debilidades del ser humano que lamentablemente se presentan a lo largo y ancho de este Planeta Tierra que nos cobija

En su más que centenaria historia, Rotary International y sus millones de seguidores en el espíritu rotario -Dar de Si antes de Pensar en Si, en todo el mundo, con afán de solidaridad y hacer el bien allá donde sea necesario ayudando a quién lo necesita- ha tenido que hacer frente a aquellas catástrofes y crueles debilidades del ser humano que lamentablemente se presentan a lo largo y ancho de este Planeta Tierra que nos cobija.

Este espíritu rotario no se compra ni se fabrica puesto que es un componente inherente a la bondad de las personas, dirigido siempre a los más vulnerables. Su llama se ha mantenido incólume y transportado a gentes y territorios sin que haya jamás importado fronteras, etnias, religiones o niveles culturales. Quizás ese sea el secreto de la presencia desde hace 115 años del alma rotaria en el mundo al aplicar esa libertad que disfruta quien no se halla sometido a influencias políticas o de otros intereses.

Por otro lado, Rotary y La Fundación Rotaria afrontan retos, en relación con el medio ambiente, con la creación de un Fondo de Respuesta ante Catástrofes, que ya ha actuado en los casos de los incendios en Australia y Amazonas, inundaciones de Bahamas, y está continuamente enfocado en la protección del mundo en que vivimos a través de sus áreas de interés:

• Paz y prevención de conflictos
• Prevención y tratamiento de enfermedades
• Agua, saneamiento e higiene
• Salud materno-infantil
• Alfabetización y educación básica
• Desarrollo económico de la comunidad

Ahora se ha presentado una vez más ante el mundo un enemigo invisible e indocumentado, cebándose en la debilidad y arrastrando a la muerte a centenares de miles de personas, colapsando sistemas sanitarios de protección social, aislando y destruyendo familias y convivencia, sin ninguna compasión, llamado COVID-19. Además, por si ello no fuera todavía suficiente, la maldita pandemia acarrea tras de sí una profunda crisis económica y social que arruinará a millones de personas o ,cuando no, sepultando ilusiones en un futuro que quizás ya nunca volverá, o en el mejor de los casos será bien diferente al imaginario de la gente.

Y como reza el título de esta crónica. ¿Y ahora quién va a desactivar esta bomba de relojería? El ser humano es un superviviente y así lo ha demostrado a lo largo de la historia y consecuentemente, por el momento también superará esta nueva convulsión, aunque mucho nos tememos que los sistemas de vida y convivencia social no volverán a ser los mismos, quedando aquella amarga sensación de haber vivido un antes y un después del COVID-19.

Deberíamos no obstante confiar en que, aquellos que colectivamente habitamos el planeta vamos a reaccionar, estableciendo quizás nuevas reglas de juego y sistemas de convivencia en solidaridad, eliminando de forma notoria las diferencias entre personas, culturas, clases, etnias o creencias y, humildemente deberemos dar un paso adelante en la defensa de la igualdad de los seres humanos.

Y precisamente todos esos factores constituyen el ideario básico de la organización Rotaria que una vez más va a asumir el reto de organizar un frente común, solidario y poderoso que contribuya desde el primer momento y en primera línea a la recuperación del alma herida del ser humano y estimulando ilusiones, mientras pone a volar por el mundo el mensaje de que nadie debe sentirse solo pues siempre estarán ahí, entre otras organizaciones, los millones de rotarios solidarios para ayudar a mitigar el desamparo y abriendo las vías de ventilación para renovar los sueños y esperanzas de la gente.

A lo largo de nuestras vidas, quienes componemos la familia rotaria hemos descubierto que la mayor fortuna es el acompañamiento, la complicidad y la convivencia al saber que al otro lado siempre hay gente ofrecida y ofreciendo. Esa satisfacción en el «dar de sí antes de pensar en sí» y recibir sin esperar nada a cambio, tan solo con una sonrisa, el brillo de unos ojos o un mohín lleva consigo la llave y los mecanismos para desactivar esta bomba de relojería.

Rotary Internacional presenta hoy sus alforjas llenas de energía renovada para ayudar a mitigar los efectos sanitarios y económicos del COVID-19 inyectando recursos económicos, material y ayudas sociales en voluntariado que devuelvan la esperanza para el alma y los latidos del corazón.

FUENTE:  ABC.ES