La charla comenzó con una presentación hecha por Santi Rius como amigo suyo y en la que destacó lo siguiente:
"Seguramente la obsesión por los juegos le viene de cuando jugaba por las calles de Can Palet, donde nació y donde se había establecido su familia, que provenía de Canjayar, entonces, y si me lo permiten, los del centro llamábamos "de Canjaia" a quienes venían de este lugar. De su infancia no puedo decir nada, porque entonces no lo conocía, pero sí que quiero mencionar la coincidencia de que pasó un año por el Obispado de Egara, donde yo también tuve la misma maestra unos años antes que él, la señorita Rosita, que era conocida por ser bastante severa, especialmente con los niños que éramos más moviditos. Yo a Miqui lo conocí en los escuchas de Mossèn Homs, en el lugar donde teníamos el Cau y que estaba situado en las antiguas caballerizas de las iglesias de San Pedro, junto a un huerto y una balsa justo detrás de la casa del mosén. Se que comenzó de Ranger y que luego hizo la promesa y pasó a ser Pionero y es entonces cuando se incorporó a la patrulla en que yo hacía de cabo, por ser un poco mayor que él. Puedo decir que pasamos grandes aventuras y que nos formamos en unos valores que poco a poco nos han ayudado a dar importancia tanto en la amistad como en la estimación de la naturaleza. Cuando dejé el Cau sé que él continuó unos años más como Cabo y estoy seguro de que en buena parte su música se debía ir puliendo alrededor de los Fuegos de Campo. Todavía lo recuerdo acompañado de una armónica y después de una guitarra entonando canciones, como la vieja chiruca, que creo que tocaba de oído, si no voy mal encaminado. De lo que hizo Miqui después yo poco os puedo decir, sé que creó el Grupo de los Ministriles del Raval, que se ha casado dos veces, que llegó a ser maestro de primaria y que precisamente en la Tecnos encontró a su actual pareja, Fanny Novell. También que, con todos estos años, ha sido padre de tres hijos y creo que incluso tiene un nieto. Formó parte del grupo de bandoleros del Capablanca y fue "capgròs" del año en 1997 e incluso, en diciembre de 2018, le fue concedido el título de Tarrasense del año. Pero como es una persona inquieta con todo esto no ha bastado y últimamente se ha aficionado al mundo de los Juegos Populares, del que se ha convertido en todo un experto y donde tiene un montón de proyectos que espero, de todo corazón , que vean la luz alrededor de nuestra querida ciudad. Rueda el mundo y vuelve al borne dice el dicho y con Miqui me ha pasado un poco eso, lo conocí de jovencito y ahora lo he encontrado, pero con la sensación de que nunca habíamos perdido el hilo con el que, de alguna manera, siempre hemos estado conectados."
A continuación, Miqui comenzó su intervención ofreciendo a los asistentes unas cajas llenas de juegos tradicionales para ayudar a revivir el recuerdo de los juegos que de pequeños la mayoría de los presentes habíamos jugado. Según Miqui "el juego nos proporciona muchas emociones que van directas a nuestra memoria".
También hizo mención a la "necesidad de que los niños tengan espacios para jugar con libertad y donde puedan estimular su creatividad" y, en este sentido, explicó un espacio de Berlín que ya funciona y donde los adultos tienen prohibida la entrada. En ellos los niños son libres de jugar a lo que quieran y de construirse sus espacios, cabañas, etc.
También dedicó un espacio a hablar de la Semana del Juego en la Calle que ya hace dos años que se realiza en Terrassa y que pretende acercar el juego tradicional a los niños y que con la ayuda de muchos voluntarios de diferentes entidades ciudadanas, consigue reunir durante 7 días una serie de actividades en el Vapor Ventalló que hacen redescubrir la magia de jugar en la calle y con elementos realmente muy sencillos.
La parte final la dedicó a explicar el libro "Quina canya, Joguinetes", que es una recopilación de los juegos tradicionales hechos con cañas y que gracias a la participación del Ayuntamiento de Ascó ha podido editar y difundir.
En el turno de preguntas se habló de "la universalidad del juego y del hecho de que niños que hablan idiomas diferentes son capaces de jugar juntos sin ningún problema mientras que los adultos hemos perdido esa capacidad". Y también se habló del uso del juego en diferentes culturas actuales y en antiguas civilizaciones, en las que hay siempre elementos comunes que han perdurado tanto en el tiempo como en el espacio.
Finalmente entre los asistentes recordaron algunos de los juegos que jugábamos de pequeños y con alguna broma de Ramón Guinjoan han cerrado una sesión muy participativa y amena.
Puede encontrar información del Club aquí: rotaryterrassa.com
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