Convocamos un ejército de isleños, visitantes y turistas, miles de manos tomaron brochas y rodillos. El color empezó a tomar forma, vida, y así se fueron llenando de amor esos rinconcitos que antes estaban llenos de tierra. Esa magia se propagó como pólvora, despertó lo mejor de cada uno y pintamos fachadas, muros con mensajes positivos y murales de 3 pisos de altura. Un tsunami de color invadió barrios y sectores del archipiélago. Inspirados por la magia del color se dio inicio a una revolución difícil de detener, cuya bandera es el amor.

Si el color nos dividía, ahora nos une. La diversidad nos enriquece, nos hace fuertes y nos hace únicos. Llegamos a la casa de un desconocido y el color nos volvía amigos. De eso se trata el proyecto “Sea Of Colors” (Mar de colores), de pintar no solo fachadas, sino de amar, entregar todo de sí, desprenderse de uno mismo y tratar de ser mejor para entregarlo al prójimo.

El mundo no se cambia de un día para otro, para ello se necesita tiempo y esfuerzo, pero estoy seguro de que en los tres años y medio de vida de este proyecto hemos hecho del mundo un lugar mejor.

Hoy en día, Rotary nos da la oportunidad de inspirar y dejarnos inspirar, nos permite conectarnos con el mundo y hacerlo uno solo. Nos enseña que es posible dejar de lado las diferencias y hacer de ellas nuestra mayor fortaleza. Rotary nos ha enseñado que el amor es capaz de transformar barrios, comunidades, países y el mundo entero.

Queremos que esta revolución continúe, que este mar de colores siga creciendo e inunde de magia hasta los rincones más pequeños, más escondidos, más distantes, más oscuros. Queremos que sepas, que el color es capaz de hacer magia, el color es luz, el color es amor… y juntos podemos lograr la muestra más grande de amor.

Pasa a saludarlo y a todos sus compañeros rotarios y rotaractianos del distrito para intercambiar ideas y tal vez colaborar en un proyecto futuro.