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Marc, El joven Interact tinerfeño que ‘Construyó’ una ‘Escuela Semáforo’ en La India con solo 16 años

A pesar de su corta edad, tiene un sinfín de inquietudes y propósitos todavía por cumplir. Suele ir acompañado de una agradable sonrisa, mientras que su voz, juvenil pero firme, denota un grado de madurez superior al de otros chicos de su edad.

Cuando este periodista explica la historia de Marc Camesella, un joven tinerfeño de 16 años que dedica su tiempo a mejorar las condiciones de vida de entre 30 y 35 de niñas que viven en los ‘slums’ de la Indiatugurios en su traducción al español, todos preguntan lo mismo: ¿Seguro que solo tiene 16 años?

Pues sí. Marc Pérez Camesella nació hace 16 primaveras. A pesar de su corta edad, tiene un sinfín de inquietudes y propósitos todavía por cumplir. Suele ir acompañado de una agradable sonrisa, mientras que su voz, juvenil pero firme, denota un grado de madurez superior al de otros chicos de su edad. Miembro del Club Interact Decroly en La Laguna, Marc decidió poner tierra de por medio para embarcarse en un proyecto social, ‘Educación bajo el puente’, antes de cursar segundo de Bachillerato.

No nos podemos imaginar lo que sintió al subirse al avión que le llevó a un nuevo mundo para él, tan aferrado a costumbres, valores y tradiciones muy distintas a las nuestras. Si tuviera que definir la India con una palabra, no titubea en ningún momento: “creo que ‘exótico’ es el sinónimo que más se ajusta a este país”.

Como decíamos, no sabemos lo que sintió Marc cuando sonó por la megafonía del avión aquello de “señores pasajeros, abróchense los cinturones que vamos a despegar”. Es probable que en ese instante habrá caído en la cuenta de que dejaba atrás a su familia, amigos y costumbres para vivir una aventura que le “está cambiando la vida”.

El joven tinerfeño arribó en la tierra del Karma -la famosa ley de causa y efecto- con tres ideas muy claras: “Aprender a cocinar comida india, practicar algún deporte autóctono y colaborar en proyectos sociales”. Este último objetivo lo ha cumplido con creces. No solo colabora en una iniciativa con fines sociales, sino que la creó él mismo, ‘Educación bajo el puente’, después de visitar una de tantas ‘escuelas semáforo’ que crecen en los espacios libres de todas las grandes urbes: “No sabría decirte cuántas hay por toda la India; yo diría que en cualquier parte del país hay varias, solo tienes que preguntar dónde están”, comenta.

La India es el segundo país del mundo por población, con 1.240 millones de habitantes, y la quinta potencia económica mundial, según el portal expansión. Las previsiones del citado medio auguran que ocupará la cuarta plaza en 2022, solo por detrás de Estados Unidos, China y Japón.

Las cifras así, en bruto, no nos dicen demasiado, pero debemos tener en cuenta que en su territorio residen 1.193 millones de personas más que en España (alrededor de 47 millones). La convivencia entre tanta gente es complicada; sin embargo, Marc destaca que la “hospitalidad, tradiciones ancestrales, respeto a la familia, sabores, olores y religiosidad” la convierten en un lugar con personalidad, solidario y único. La República está dividida en 29 estados y 7 territorios de la Unión, siendo uno de ellos la capital, Nueva Delhi.

A pesar del auge de la economía nacional, sustentada en mayor medida por el sector de los servicios, biotecnología, tecnologías de la información y una incipiente orientación exportadora de su industria manufacturera, “la India está sometida a un movimiento anual de millones de personas que emigran desde las zonas rurales hacia las ciudades en busca de un trabajo y nuevas oportunidades”, detalla.

El problema es que en muchas ocasiones esas nuevas oportunidades no llegan. A la mayoría de los campesinos que emigran a los núcleos urbanos, siguiendo un lógico instinto de supervivencia, no les queda otra que fabricar su propio hogar donde y como puedan: “Una familia construye un refugio con cartón o cualquier material disponible, y este colinda con otro y, así, uno a uno, se forman los llamados ‘Slums”.

Los ‘Slums’ son barrios marginales que crecen en zonas residenciales muy pobladas. Sus habitantes viven entre basura, sin electricidad, infraestructuras sólidas, agua potable y un mantenimiento básico que les permita habitar estos lugares con unos estándares mínimos de calidad. El tinerfeño Marc Casemella añade que “el mal estado de las canalizaciones sanitarias y la ausencia de aseos los convierte en auténticos focos de cultivo de enfermedades”.

A la larga, estos problemas se agravan por la malnutrición y falta de educación de los miles de niños que viven en las chabolas, que se construyen de una manera improvisada. Marc asegura que es frecuente ver a los menores “vagabundear por las calles, pidiendo limosna y comida o vendiendo cualquier cosa en los semáforos”.

Con todo ello se podría pintar un cuadro de miseria y necesidad, como el que dio vida a Jamal, protagonista de la película dirigida por Danny Boyle, Slum dog millonaire (2008), en la que se muestra la cruel realidad de las miles de personas que sobreviven entre la basura y tan solo a unos pasos de la clase media que se le aloja cómodamente en los grandes edificios de las urbes más importantes de este país situado al sur de Asia.

 

FUENTE:  Diario El Español

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