Conferencia organizada por el Rotary Club de Getxo "El magnetismo en la vida cotidiana: Mitos y Realidades"
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Discurso del Presidente Electo de Rotary International, Barry Rassin presentando el nuevo lema para 2018-2019

ASAMBLEA INTERNACIONAL 2018

14 de enero de 2018

¡Buenas noches a todos ustedes!
¿Cómo están?

No puedo oírlos. ¿Están bien? ¿Están contentos de estar aquí?
Es un placer verlos finalmente aquí reunidos y darles la bienvenida a la Asamblea Internacional de Rotary de 2018. Fue un momento realmente increíble cuando ayer por la mañana empezaron a llegar las primeras parejas de gobernadores electos. Estaba en el vestíbulo con John Hewko, y dije: “Bueno, allá vamos”.

Y él respondió: “Es como en aquel video de YouTube”.

Yo pregunté: “¿Cómo qué?”

Él aclaró: “Como ese video de YouTube donde aparece el bajista caminando hasta el medio de una plaza y empieza a tocar la Novena Sinfonía de Beethoven. Al principio es solo el bajista, y luego aparece junto a él un chelista, y luego llegan los fagotistas, y el grupo de cuerdas, y luego el resto de los instrumentos de viento. Todos están vestidos con ropa común, y uno no los distinguiría en una muchedumbre, pero, en poco tiempo, todas esas personas de apariencia corriente se unen para formar una orquesta completa y un coro, y la música está en todos lados y todo se transforma”.
Yo dije: “Sí. Sé de lo que hablas. Creo que alguien me envió ese video”. Y en el momento en que decía eso, entró otra pareja. Y luego otra.

Casi podía oír la música.

Ayer y hoy, ustedes llegaron desde cada rincón del mundo rotario. Y ahora están aquí, listos para desempeñar el papel que les corresponde.
Estamos reunidos esta noche para emprender juntos un camino que, hace apenas seis meses, no podría haber imaginado.

El primero de julio de este año rotario, ustedes y yo, y todo Rotary pensamos que alguien más estaría aquí esta noche. El presidente electo Sam fue mi amigo, un héroe para los rotarios de África, cuya sonrisa brillante y su espíritu gentil fueron admirados y queridos por tanta gente. Decía de sí mismo que era un optimista incorregible, quien a pesar de haber visto tanto del lado oscuro de la humanidad, nunca dejó de creer en la bondad del mundo y en el poder de Rotary para ayudarle a brillar.
Al llevar adelante el trabajo de Sam, llevaremos también adelante esa lección que todos hemos aprendido en estos últimos meses: que el trabajo de Rotary no comienza ni termina con ninguno de nosotros.

Se nos ha dado la responsabilidad de continuar el trabajo de quienes estuvieron antes que nosotros y de establecer una base sólida para el trabajo de quienes vendrán después: sirviendo de la manera más eficaz y eficiente que podamos; llevando a cabo un trabajo transparente y responsable; cambiando a mejor la vida de tantas personas como sea posible, de la manera más significativa y duradera; y garantizando que Rotary siga brindando la mejor experiencia posible a sus socios. Logrando que siga creciendo y que sea útil para el mundo, no solo este año ni el próximo, sino más allá de nuestro tiempo en Rotary, y aún más allá de nuestro tiempo en este mundo.

Estas son las tareas que nos han sido confiadas como líderes de Rotary

Y son las ideas que inspiraron la redacción de nuestra nueva declaración de la visión, la cual describe el Rotary que queremos ayudar a construir.

Juntos construimos un mundo donde las personas se unen y toman acción para generar un cambio perdurable en nosotros mismos, en nuestras comunidades y en el mundo entero.

En Rotary, nos unimos: porque sabemos que juntos somos mucho más fuertes de lo que jamás pudiéramos serlo estando solos.
Tomamos acción: porque en Rotary no somos soñadores sino emprendedores.

Trabajamos para crear un cambio duradero: un cambio para bien, un cambio que perdurará hasta mucho después de finalizada nuestra participación. Un cambio en todo el mundo y en nuestras comunidades llegando tanto a aquellos que nunca conoceremos como a los más cercanos a nuestro corazón.

Y tal vez el más importante de todos: un cambio en nosotros mismos.

La Madre Teresa dijo una vez: “Si quieres cambiar el mundo, ve a casa y ama a tu familia”. Porque para cambiar el mundo, hay que comenzar cambiando uno mismo desde el interior y, a partir de allí, trabajar en lo exterior. Eso es algo que todos deberíamos tomar en serio a la hora de cuidar nuestra organización.

Durante los últimos veinte años, nuestra membresía se ha mantenido en aproximadamente 1,2 millones. No estamos creciendo y nuestros socios están envejeciendo. Tenemos demasiados clubes que no tienen los conocimientos ni la motivación para lograr un impacto: clubes que ni siquiera saben qué estamos haciendo a nivel mundial, clubes que no conocen nuestros programas ni nuestra

Fundación, clubes que no saben siquiera cómo participar.
Somos, ante todo, una organización de socios. Y, si queremos tener la capacidad de servir y alcanzar nuestras metas, debemos, en primer lugar, cuidar a nuestros socios.

No es el trabajo de ustedes resolver por sí mismos todos los problemas de todos los clubes. No es para eso que están aquí sino para inspirar a los presidentes de los clubes y a los rotarios de sus distritos a querer cambiar. A querer hacer más. A querer alcanzar su potencial. El trabajo de ustedes es motivarlos y ayudarlos a encontrar su propia manera de avanzar.

Para mí, como bahameño, el mar ha sido siempre algo especial. Representa tanto la distancia como la conexión. Cuando me encuentro a la orilla de mi isla y alguien más lo está en su orilla a miles de kilómetros de distancia, nuestras tierras, nuestras naciones y nuestros idiomas son diferentes, pero nuestro mar es el mismo.

Y uno siente esa conexión, esa inspiración, ese anhelo por algo que parece inalcanzable y que, sin embargo, está mucho más cerca de lo que pensamos. Quiero que inspiren en sus clubes y en sus rotarios ese deseo de lograr algo más grande. El deseo de hacer más, de ser más, de crear algo que perdure más allá de cada uno de nosotros.

Como dijo Antoine de Saint-Exupéry: “Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo. Despierta primero en el alma de tus trabajadores el anhelo del mar ancho y libre”.

El trabajo de ustedes no es construir un barco; es construir un mundo mejor. Y si desean hacer eso, deben despertar en el alma de los rotarios su propia capacidad, su propio potencial y el anhelo que existe en cada uno de nosotros.

Si desean construir un mundo mejor, no comiencen planificando proyectos ni asignando tareas.

Comiencen con la inspiración.

Comiencen despertando en sus rotarios el anhelo por un mundo mejor, y el conocimiento profundo y verdadero de que ellos pueden crearlo.

Comiencen esta noche, juntos, en este lugar, con nuestro tema para 2018-2019:

Sé la inspiración.

Les pido que se inspiren con nuestro lema Dar de Sí antes de Pensar en Sí, y que inspiren a otros a tomar acción a través de Rotary.
Les pido que inspiren con sus palabras y con sus hechos, haciendo lo que necesitamos hacer hoy: construir un Rotary que sea más fuerte el día de mañana y más fuerte cuando lo dejemos que cuando llegamos.

Algunos de ustedes se preguntarán cómo inspirar a los demás, así que quiero que recuerden cuatro elementos necesarios para lograrlo. Deben mostrar amor y empatía hacia los rotarios, los clubes y las comunidades en las que servimos. Deben mostrar su entusiasmo contagioso por Rotary y por cambiar el mundo. Deben ser promotores del cambio, mostrando un gran ímpetu para trabajar más que nunca. Y deben servir de ejemplo para los rotarios demostrando qué hay que hacer, en lugar de decir qué hay que hacer.

Deseo que Rotary Sea la inspiración para nuestras comunidades mediante un trabajo con impacto transformador, dedicando tiempo para investigar las necesidades reales, para involucrar a todos los participantes, para planificar y para colaborar.

Para fortalecer nuestra organización, debemos hacer un mejor trabajo a la hora de dar a conocer quiénes somos y qué hacemos, aprovechando las redes sociales para difundir nuestro mensaje donde sea escuchado.

Debemos esforzarnos más para inspirar a una generación más joven: estableciendo a Rotaract como una fuerza vital dentro de nuestra organización y dando a nuestros clubes mejores medios para ayudar a sus socios a desarrollar sus destrezas y su liderazgo.

Un club inspirado es un club que progresa. Debemos eliminar las barreras que dificultan nuestro avance haciendo posible que las personas interesadas puedan fundar nuevos clubes conforme a sus necesidades, que los rotaractianos inicien sus propios clubes rotarios y que todos los rotarios tengan flexibilidad para servir del modo que mejor se ajuste a sus posibilidades.

Cada uno de nosotros encuentra su propia inspiración en Rotary: algo que nos entusiasma y que nos empuja a seguir adelante.

Para muchos de nosotros, esa inspiración ha sido el trabajo que ha unido a todo Rotary por más de treinta años: nuestra labor para erradicar la polio.

Vivimos un momento increíblemente emocionante en la erradicación de la polio: un punto en el que cada caso nuevo de polio podría muy bien ser el último.

Hace treinta años, el poliovirus salvaje paralizaba anualmente a alrededor de 350 000 personas, casi todos niños.

Hace cuatro años, la polio paralizó a 359 niños.

Hace tres años, fueron 74.

Hace dos años, 37.

El año pasado, 21.

En 2018, hasta ahora, la polio no ha paralizado a ningún niño.

Ese número, que ha servido como medida de nuestro progreso año tras año por tanto tiempo, se mantiene en cero.

Esperamos que ese número no cambie. Pero, aunque el último caso se presentara este año o el próximo, o si ya se hubiera presentado, ese último caso no significará que nuestro trabajo haya terminado. Y es tremendamente importante que todos los rotarios entiendan eso. La polio no se terminará hasta que la comisión certificadora diga que se ha terminado: cuando no haya rastros del poliovirus en ningún río, en ninguna cloaca, cuando ningún niño quede paralizado, durante al menos tres años.

Hasta entonces, debemos seguir haciendo todo lo que estamos haciendo ahora.

Debemos seguir inmunizando a 450 millones de niños cada año.

Debemos mantener una estrecha vigilancia: investigar las comunidades para saber si hay niños con parálisis; analizar los suministros de agua para detectar el virus y mantener todos los laboratorios, el personal y la infraestructura que apoyamos en la actualidad.

Si dejamos de hacer algo de esto (si permitimos que bajen los niveles de inmunización, si perdemos de vista los lugares en los que pudiera esconderse el virus), nos arriesgamos a perderlo todo. Y es por eso que debemos recaudar todo el dinero al que nos hemos comprometido para que nos permita alcanzar nuestra meta.
Cuando la polio desaparezca, será el fin de una enfermedad. Y será el comienzo de un nuevo capítulo para Rotary.

Un capítulo en el que la sostenibilidad de nuestro servicio será primordial en todo lo que hagamos.

La sostenibilidad se ha convertido en la consigna de Rotary. Deseamos que todo lo bueno que hacemos perdure. Queremos hacer del mundo un mejor lugar. No solo aquí, no solo para nosotros, sino en todos lados, para todos, durante generaciones.

Si realmente queremos eso, si realmente nos preocupamos por cómo será el mundo en diez, veinte, cincuenta, cien años, debemos reconocer la dura realidad del estado actual de nuestro mundo.

La contaminación, la degradación ambiental y el cambio climático están teniendo un impacto cada vez mayor en cada una de nuestras seis áreas de interés.

La contaminación ambiental es ahora responsable de 1,7 millones de muertes infantiles cada año.
Cuatro mil millones de personas sufren hoy una grave escasez de agua durante al menos un mes por año, y esa cifra sigue aumentando a medida que el planeta se calienta.
Yo vivo en un país en el que el ochenta por ciento del terreno se encuentra a solo un metro por encima del nivel del mar. Según las proyecciones actuales, para el año 2100 los niveles de los mares se elevarán dos metros. Esto significa que mi país desaparecerá en cincuenta años, junto con la mayoría de las islas del Caribe, las ciudades costeras y las zonas de menor elevación de todo el mundo.

Les pido a todos ustedes que Sean la inspiración para ayudar a Rotary a pasar de la reacción a la acción, a examinar con seriedad los problemas ambientales que afectan la salud y el bienestar de todo el mundo y a hacer todo lo que podamos para ayudar.

Un servicio verdaderamente sostenible requiere que veamos todo lo que hacemos como parte de un sistema más grande, una ecología global de mayor escala.

Para ello debemos ayudar a construir comunidades más fuertes y más resistentes a los cambios que se aproximan.

Debemos hacer todo lo que podamos para que lo bueno que hagamos hoy siga mejorando vidas tanto mañana en el futuro distante.

Les pido que Sean la inspiración para que esto suceda.

Sean la inspiración para sus clubes y sus distritos. Demuestren lo que podemos hacer en Rotary y lo que podemos ser.

Sean la inspiración para sus países y comunidades, uniéndose y tomando acción para crear un cambio duradero.

Sean la inspiración, y juntos podremos y lograremos inspirar al mundo.

Muchas gracias.

Nota: Este texto corresponde al discurso de Barry Rassin al momento de concluir su preparación. Las palabras que pronunció varían ligeramente.

 

DESCARGAR:  Discurso de Barry Rassin (PDF)

 

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